martes, 15 de marzo de 2022

Síndrome de ovario poliquístico y embarazo

 


 El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una disfunción endocrino-metabólica heterogénea de alta prevalencia (5-10%) caracterizada por oligo-ovulación e hiperandrogenismo, es decir ciclos menstruales irregulares y gran cantidad de hormonas androgénicas (como la testosterona), por lo que la función reproductiva de la mujer se ve afectada. De todas las personas que presentan SOP, el 75% posee problemas de fertilidad. Dentro de los síntomas más comunes se encuentran ciclos menstruales irregulares que duran más de 45 días (oligomenorrea), crecimiento de vello en exceso (hirsutismo), acné, obesidad y alteraciones hormonales.

Los ovarios de las personas que padecen de SOP presentan una morfología típica con múltiples folículos en crecimiento, aumento del estroma ovárico e hipersecreción de andrógenos, siendo los eventos centrales de este síndrome el exceso de insulina (hiperinsulinemia) y las alteraciones de:

  • Esteroidogénesis: síntesis de hormonales esteroidales como las sexuales (testosterona, progesterona, estrógeno, entre otras)
  • Foliculogénesis: generación de folículos ováricos, los cuales maduran hasta la ovulación, momento en el cual expulsan un ovocito que podría ser fecundado en las trompas uterinas.

Debido a esto, este síndrome se asocia a mayor riesgo de resistencia a la insulina, obesidad y enfermedades cardiovasculares.

Para el diagnóstico del SOP, son requeridos la presencia de al menos 2 de los siguientes criterios:

  • Disfunción ovulatoria que provoca irregularidad menstrual
  • Evidencia clínica o bioquímica de hiperandrogenismo
  • Más de 10 folículos por ovario, detectados por ecografía pelviana, generalmente en la periferia y simulando un collar de perlas.

¿Cómo lograr un embarazo en personas con SOP?

En estas personas se debe considerar la disfunción ovulatoria, las alteraciones del endometrio, la insulinorresistencia e hiperinsulinemia, factores que dificultad la implantación y el desarrollo temprano del embarazo. En la medida de que se logre el adecuado control de estas alteraciones las tasas de ovulación, fecundación y embarazo normal tienden a asemejarse a aquellas promedio para la población normal.

Por lo tanto, para favorecer las probabilidades de embarazo natural de una persona con SOP se recomienda:

  • En caso de sobrepeso u obesidad, disminuir de peso
  • Estabilizar niveles de insulina, triglicéridos y colesterol
  • Mantener hábitos saludables
  • Consumir ácido fólico y myo-inositol 

Todo lo anterior debe ser con asistencia ginecológica y endocrinológica.

Una vez ocurrida la fecundación, hay que tener especial cuidado en el primer trimestre de la gestación, pues existe un riesgo alto de aborto debido a las alteraciones endometriales que produce el SOP. Además, el embrión o feto será susceptible a una exposición prenatal a andrógenos, retardo en el crecimiento intrauterino o macrosomía (tamaño por sobre el promedio para la edad gestacional en curso). Desde el punto de vista materno, se ha evidenciado pre-eclampsia, diabetes gestacional, partos prematuros y mortinatos, asociados a la exacerbación de las complicaciones dadas por el SOP, como hipertensión arterial, hiperinsulinemia u otros trastornos metabólicos, por lo que para evitar estas situaciones el embarazo debe ser controlado y tratado, fundamentalmente manejando las patologías de base.

(Post realizado primariamente en redes sociales, confeccionado por miembros del equipo de ayudantes de embriología 2021) 

Bibliografía:

Sir-Petermann T., Ladrón de Guevara A., Villarroel A.C., Preisler J., Echiburú B. y Recabarren S. Síndrome de ovario poliquístico y embarazo. Rev. med. Chile  [Internet]. 2012  Jul ;  140( 7 ): 919-925. Revisado el 30 de diciembre de 2021 en: http://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872012000700015.

Pérez JM. y Maroto K. Síndrome de Ovarios Poliquísticos. Med. leg. Costa Rica  [Internet]. 2018  Mar;  35( 1 ): 94-101. Revisado el 30 de diciembre de 2021 en: https://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-00152018000100094&lng=en

Silva, R. Síndrome de ovario poliquístico e infertilidad. Rev Méd Clínica Las Condes [Internet] 2010; 21(3): 387-396. Revisado el 30 de diciembre de 2021 en https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-sindrome-ovario-poliquistico-e-infertilidad-S0716864010705496

Ochoa, C., Fabra, P. y Salvador, Z. Embarazo con el síndrome de ovarios poliquísticos (SOP). [Internet] Reproducción asistida (2020). Disponible en: https://www.reproduccionasistida.org/embarazo-con-ovarios-poliquisticos/#embarazo-natural

miércoles, 9 de marzo de 2022

Incompatibilidad del factor RH


 

En la membrana celular de los eritrocitos existen distintas proteínas, entre ellas están los antígenos. Nuestro sistema inmune monitoria constantemente cada sistema del cuerpo, es capas de reconocer a nuestros eritrocitos como propios en base a los antígenos presentes en sus membranas, similar a una identificación. De ahí la importancia de conocer nuestro gripo sanguíneos, tanto en su categoría ABO, como en su factor Rh.

Si nuestro sistema imune detectase eritrocitos ajenos, con antígenos que no están presentes en los nuestros, se generaría una respuesta de ataque hacia estos eritrocitos para su destrucción. Este ataque conlleva serios riesgos para nuestra salud, pues no es un proceso regulable.

El tipo sanguíneo es importante al momento de realizar transfusiones sanguíneas, pero también lo es en el embarazo, ¿sabes por qué?

¿Qué es el factor Rh?

Nos referimos a "factor Rh positivo" cuando existen proteínas Rh en la membrana celular del eritrocito. Por el contrario "Rh negativo" implica la ausencia de estas proteínas en la membrana del eritrocito. Sumamos a esta información, la presencia o ausencia de antígenos A o B en el eritrocito.

Por lo tanto, además de poseer un grupo sanguíneo A, B, AB u O, todos tenemos una categoría Rh, ya sea Rh (+) o Rh (-).

¿Qué es la incompatibilidad por factor Rh en el embarazo?

Es una condición que se desarrolla cuando la madre presenta factor Rh (-) y su feto presenta un factor Rh(+). De haber contacto entre la sangre materna y fetal, el sistema inmune de la madre detectará las proteínas de los eritrocitos Rh(+) como una amenaza. Los números de casos de incompatibilidad Rh se aproxima al 10% de todos los embarazos. 

Al detectarse estos antígenos Rh (+) en la sangre de la madre Rh (-) se genera una reacción de rechazo y consecuente activación del sistema inmune materno, proceso llamado isoinmunización. Este proceso suele ocurrir debido a una hemorragia feto-materna, la cual se da en la mayoría de los partos, pero con un porcentaje bajo de desarrollo de complicaciones debido a este factor Rh, las cuales están relacionadas con la enfermedad hemolítica perinatal.

Esta enfermedad corresponde a la destrucción de los glóbulos rojos (eritrocitos) del feto. En estos casos, el feto o recién nacido desarrollará anemia, hiperbilirrubinemia (coloración amarilla de la piel) y otras complicaciones asociadas a la destrucción eritrocítica. En casos severos, si continúa el proceso y no es tratado, se puede producir un aborto o muerte del recién nacido.

¿Cómo prevenirla?

En la primera consulta prenatal debe determinarse el grupo sanguíneo y el factor Rh a toda gestante si este se desconoce. En caso de gestantes con grupo Rh(-) se aplica una inyección de inmunoglobulina anti-D alrededor de la semana 28 de la gestación, la cual evita que el sistema inmune materno produzca anticuerpos contra los eritrocitos Rh(+) del feto. Si al momento de nacer, el bebé es efectivamente Rh(+), se recomienda aplicar una segunda dosis de inmunoglobulina como profilaxis para futuros embarazos.

(Post realizado primariamente en redes sociales, confeccionado por miembros del equipo de ayudantes de embriología 2021) 

Bibliografía:

González, J., Espinosa J., Cedillo, M., Espinosa, I. y García, L. Área de Ginocoobstetricia. En: Guía Nacional para el examen de Residencias Médicas. 2da edición. McGraw Hill (2013).

Dzieczkowski, J. y Anderson, K. Biología de la transfusión y tratamiento transfusional. En: Jameson JL., Fauci A., Kasper, D., Hauser, S., Longo, D. y Loscalzo, J. Harrison, Principios de Medicina Intern. 20va edición. McGraw Hill (2018)

Cunningham F., Leveno, K., Bloom, S., Dashe J., Hoffman, B., Casey, B. y Spong C. Trastornos fetales. En: Williams, Obstetricia. 25va edición. McGraw Hill (2019)

Mularz, A., Dalati, S. y Pedigo, R. Obstetricia y Ginecología. Secretos. 4ta edición. Elsevier (2017)

Gomella TL., Eyal, F. y Bany-Mohammed, F. Incompatibilidad Rh. En: Gomella Neonatología: Tratamiento, procedimientos, problemas durante la guardia, enfermedades y fármacos. 8va edición. McGrall Hill (2020)


martes, 1 de marzo de 2022

Lactancia materna y Mastitis



 


La lactancia materna proporciona una nutrición óptima para el lactante normal durante los primeros meses de vida. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y continuarla con conjunto a alimentos complementarios apropiados durante los dos primeros años de vida.

Tanto para la madre como para el bebé los beneficios de la lactancia materna son a largo plazo. Por ejemplo, quienes amamantan tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer de mamas, mientras que el recién nacido fortalece su sistema inmune, disminuyéndose además el riesgo de sufrir el síndrome de muerte infantil súbita.

¿Qué contiene la leche materna?

La leche materna contiene diversas sustancias, dentro de las cuales se incluyen grasas, proteínas, carbohidratos, minerales, vitaminas, anticuerpos y hormonas. Sin embargo, la proporción de estos componentes varía a través de los meses, adaptándose a las necesidades del recién nacido. Además se ve influenciada por la alimentación de quien amamanta y otros aspectos de su vida.

¿Cómo se estimula la producción de leche?

La intensidad y duración de la lactancia están influenciadas por el estímulo repetitivo de succión sobre el pezón, el amasamiento del bebé sobre la mama y el vaciado de esta, pues estos elementos inducen la producción de hormonas reguladoras. De existir problemas como escasez o sobreproducción de leche materna es recomendable acudir a un centro de salud.

Consejos para promover una buena lactancia:

  • Mantener una buena higiene en las mamas
  • Asegurar un contacto frecuente entre madre y lactante
  • En caso de dificultades, buscar consejos sobre técnicas de amamantamiento
  • Alimentar al bebé a libre demanda

Contraindicaciones:

El consumo de leche materna está contraindicado en algunos casos, como la tuberculosis activa, infección en la zona de la mama, VIH sin tratamiento antiretroviral (consultar con tratante) y el consumo activo de drogas. En caso de presentas alguna otra patología, lo mejor siempre será consultar con un profesional de medicina u obstetricia. 

Mastitis

La mastitis es una infección del tejido de la mama, pudiendo ser provocada por bacterias de la piel que entran a través de heridas o fisuras del pezón. Puede manifestarse con sensibilidad o dolor en las glándulas mamarias, aumentos de su consistencia, enrojecimiento de la piel y/o aumento de la temperatura local. Esta patología requiere tratamiento médico, por lo que de presentar estos síntomas la mujer debe acudir prontamente a un centro de salud.

¿Qué hacer para evitar la mastitis?

  • Asegurar una buena técnica de amamantamiento
  • Mantener aseo y correcta higiene de los senos, antes y después de dar pecho
  • Alternar cada 15 minutos entre ambos senos al amamantar
  • Utilizar extractores de leche en caso de no lograr un vaciado total
  • Reconocer signos de alarma, como fiebre, enrojecimiento, dolor y/o hinchazón de la mama, entre otros.

 (Post realizado primariamente en redes sociales, confeccionado por miembros del equipo de ayudantes de embriología 2021) 

Bibliografía:

Haemer, M., Primak, E., Diab, L. y Krebs, N. Nutrición infantil normal y sus trastornos. En: Hay W. Jr., Levin, M., Abzug, M. y Bunik, M. Diagnósticos y tratamientos pediátricos. 25va edición. McGraw Hill (2020)

Cunningham F., Leveno, K., Bloom, S., Dashe J., Hoffman, B., Casey, B. y Spong C. El puerperio. En: Williams, Obstetricia. 25va edición. McGraw Hill (2019)

Barrett, K., Barman, S., Boitano, S. y Brooks H. Desarrollo y función del aparato reproductor femenino. En: Ganong, Fisiología Médica. 26va edición. McGraw Hill. (2020)

Pessel, C. y Tsai, M. Puerperio normal. En: DeCherney, A., Nathan, L., Laufer, N. y Roman A. Diagnóstico y tratamiento ginecobstétricos. 12va edición. McGraw Hill (2021)